La terapia presencial sigue siendo una opción fundamental para muchas personas y en muchos
casos clínicos. El contacto cara a cara favorece una conexión emocional más directa y permite
al terapeuta captar detalles importantes del lenguaje corporal, la postura, el tono de voz y
otras señales no verbales que enriquecen la evaluación y el tratamiento. Asistir al consultorio
también ofrece un espacio neutral, estructurado y libre de distracciones, lo que puede ayudar
a reforzar el compromiso con el proceso terapéutico y marcar un momento claro de
dedicación a uno mismo. Para muchas personas, salir de su entorno habitual y acudir a un
lugar específico para hablar de lo que sienten también tiene un valor simbólico que potencia el
trabajo terapéutico. Además, esta modalidad es especialmente recomendable en situaciones
de crisis aguda, trastornos complejos, o cuando se requiere intervención inmediata, ya que
permite una respuesta más rápida y directa del profesional. Algunos pacientes también
encuentran más contención emocional en la presencia física del terapeuta, sobre todo en
momentos difíciles o sensibles.

Ofrezco terapia presencial principalmente en el centro Ciane, pero si te resulta más cómodo,
también puedo adaptarme a un lugar más cercano a tu domicilio, siempre que haya un
despacho disponible para alquilar en esa zona.